He sido fumador durante varios años de mi vida, de niño odiaba ver a mi padre fumar, y a pesar de ello, conseguí buscar el momento y la excusa para comenzar a fumar. Por suerte y no solo por ello, si no por esfuerzo y persistencia, también conseguí dejarlo. Uno de mis pilares más importante para ayudarme a ello, precisamente fue mi padre, que también es ex-fumador de años.
Como fumador en muchas ocasiones también me escudé en todas aquellas cosas que me hacían justificar el porqué seguir fumando. Realmente con las estadísticas que existen acerca del tabaquismo debería ser suficiente para que una persona se replanteara ser fumador.
Entre ellas, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), mata cada año a 6 millones de personas, de las cuales unas 600000 son No Fumadoras. Además el hábito tabáquico constituye un factor de riesgo añadido a seis de las ocho principales causas de muerte en el mundo. Igualmente preocupante es que debido a las estrategias de comercialización de las multinacionales tabaqueras, el 80% de muertes se producen en países en vías de desarrollo. En nuestro país, las muertes atribuibles al tabaco son unas 50000 anuales.
El lado curioso del tema es que se trata de una epidemia evitable, según la misma OMS, que adopta políticas para la prevención del tabaquismo. Una de las iniciativas en políticas contra el tabaco es el MPOWER:
Monitoring: Vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención
Protecting: Proteger a la población de la exposición al humo de tabaco
Offering: Ofrecer ayuda para poder dejar de consumir tabaco
Warning: Advertir de los peligros del tabaco
Enforcing: Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio
Raising: Elevar los impuestos al tabaco
En los últimos años se ha avanzado mucho, sobre todo en los países desarrollados en políticas para la prevención del tabaquismo. Por ejemplo en el ámbito hospitalario existe una iniciativa que intenta incidir en los pacientes ingresados, llamada intervención breve en tabaquismo.
¿Por qué hablo de mitología Tabaquera?, hace poco llegó a mis manos un libro que está disponible en Internet, 50 mitos del tabaco. Lo interesante del documento es que coge uno por uno los mitos más relevantes que existen alrededor del tabaco, y los desmonta con datos científicos de forma entendible. Entre algunos mitos de los que habla están “Fumo porque quiero”, “Fumo porque me gusta”, “De algo hay que morir”, “Dejar de fumar engorda”, “Si es tan malo por qué no se prohíbe”… Evidentemente puede resultar difícil aunque no imposible que un fumador coja el libro y se lo lea de»Pe a Pa», por eso quisiera proponer un ejercicio muy simple, que consistiría en dos puntos:
1º Conocer la dependencia que se tiene del tabaco. La forma de hacerlo es muy simple, a partir de un test que puede ser auto-administrado: INDICE DE DEPENDENCIA DE LA NICOTINA.
2º Cuestionarse los mitos a los que se acoge uno como excusa para no dejarlo, hacer una consulta en el libro para buscarlo y conocer qué hay de cierto en aquello que pensamos.
Espero que os sirva de ayuda, y que os haga reflexionar sobre el fumar.
Algunos datos de interés aquí.
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Fernando Campaña Castillo
Diplomado Universitario en Enfermería
Máster en Enfermería Oncológica
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