Conocí, no hace mucho, a Fernando Campaña, en una de esas Reuniones Enfermeras en las que aprovechamos para saber dónde estamos, qué hacen los demás y baremar si estamos en buen camino con nuestras “extrañas” iniciativas. Y resulta que no son tan “extrañas” y que los que andamos por esos mundos virtuales y estos mundos reales coincidimos.
Fue una cita a ciegas en la que medió el twitter. ¡Bendito Twitter!, y ¡cuánto nos aproxima a unos y otros! De esa cita surgió una propuesta “indecente” dada la proximidad de este 12 de mayo: “¿te animas a participar?”. Y pensé “¿yoooo?, pienso que no estoy a la altura, ¡pero iré a por ello!”
Repetimos, lema este año: Enfermería una fuerza para el cambio y la blogosfera enfermera añade la leyenda: 12 de mayo, una mirada enfermera.
Dicen que todo aniversario da para la reflexión. Y cada mirada enfermera, tiene su historia. Y eso es lo que os voy a narrar, la historia de una “enfermera simple” (como una vez me llamaron no hace demasiado, y seguro en tono cariñoso).
Lo cierto es que ya han transcurrido 30 años desde que pisé por primera vez la Escuela de Enfermería. Me matriculé como por casualidad y sin ninguna vocación. ¡A los 18 años, es complicado saber que queremos ser el resto de nuestras vidas!
Tuve unas prácticas “accidentadas” y alcancé mi Diplomatura con mucha teoría y poco saber hacer. Pero la fortuna me acompañó en mi primer contrato y aterricé en una Sala de Maternidad a 100 km de mi casa, ¡benditas profesionales, y cuánto nos tuvieron que enseñar a hacer! Aquellos años también fueron años complicados, con poco trabajo, sustituciones de verano y días aislados (en fin de semana) en algún Servicio Ordinario de Urgencias.
Mi primer ordenador llegó en forma de cláusula matrimonial, por allá el año 1992: yo me compraba la vitro y él se traía el ordenador (¡un Macintosh!). ¡Menudo invento! Y fue por aquellos años cuando, también, internet empezó su andadura: ¡viajabas rápido con el enchufe del teléfono y con una tarifa normal!
Buscabas y siempre encontrabas alguna cosa que te aportase más a tu trabajo, ¡ni recuerdo qué buscador usábamos!, porque haber, los hubo antes de existir Google, claro.
Íbamos a congresos de médicos, ¿congresos de enfermería? Ni existían, me parece. Ahora todo es distinto y puedes encontrarte con 3 interesantes en la misma semana. Y funcionábamos, así, las enfermeras, sin ir más allá.
Uno de mis deseos pendientes fue ser Licenciada, llegué incluso a empezar Químicas, por allá el año 1996, pero las circunstancias de la vida (un embarazo) y las dificultades con algunas asignaturas, me apartaron de poder cumplir mis deseos. “Esperaré el momento” pensé.
Y el momento llegó, 10 años después. De mano de la Universidad de Alicante y su Máster en Ciencias de la Enfermería, semipresencial. ¡Qué gozada! Y fue de la mano de mis compañeros (20 años más jóvenes que yo) cuando descubrí eso de las Redes Sociales y el Facebook. ¡Nos comunicábamos por ahí mientras mirábamos las clases en casa! Resta decir, que en aquella época lo del Wiffi no estaba demasiado claro, y allí estaba Charo, conectada al ordenador con un cable que atravesaba todo el comedor. (jajaja, ¡qué cosas!).
De la mano del Facebook fui descubriendo aquello de la blogosfera, la salud 2.0 y ¡no se cuántas cosas más! Descubrí que había otras inquietudes: Teku y sus sesiones, Salud con Cosas y sus resumenes, La Comisión Gestora y sus cosas, Chema Cepeda, Salvador Casado, Juan Hernández, y tantos más que fueron naciendo en aquellos años de locura y salud 2.0.
El salto al 2.0 yo lo inicié en el año 2012 en una jornada de las tecnologías de la información y salud en Elche, cuando ellos, Carlos, Andoni y Olga, me inspiraron y tomé la firme decisión de ser enfermera bloguera, ser enfermera 2.0 me parecía demasiado complicado y tampoco me sentía con suficientes conocimientos para lanzarme a ser tan “especial” como ellos pero conste que ya anduve yo por allí hablando del whatssap, el Facebook y el mail como herramientas laborales.
“Quiero ser enfermera bloguera” dije a mis compañeros cuando regresé. En cuanto lo dije en voz alta, otras tantas voces “sensatas” me desaconsejaron progresar con la idea: “eso conlleva mucho trabajo” “vas a estar muy expuesta”, pero lo cierto es que era tal la emoción que transmitían esos compañeros 2.0 que no podía más que intentar aportar yo también.
“¿Pero qué puedo contar que otros no hagan o no sepan?” pensaba.
Por aquel entonces llevaba un par de años trabajando en un Servicio de Radiología (un mes como supervisora), ahora en frío, no se qué debieron pensar ni mis compañeros ni el Jefe del Servicio, más allá de “se ha ido de jornada y ha vuelto un poco trastornada”, lo cierto es que volví eufórica “¡Queremos ser enfermeras 2.0 como vosotros” dije en aquella jornada
La idea perduró en la mente, hasta que prendió la chispa un año después, tras aquella frase de un paciente (que más de una vez había oído pero, que hasta entonces era banal): “pensaba que (sólo) era una placa y no habéis parado de pincharme” el paciente venía para una urografía, tenía unas venas complicadas y la tercera, fue la vencida.
Y después de estos años, seguimos conectados, unos con mayor o menor entusiasmo, hemos pasado de las sesiones on line a la difusión de conocimientos y reinvidicaciones por twitter, por cierto, ¿sabías que el año que me colegié hubieron elecciones en mi Colegio de Enfermería y me tocó estar en la mesa por ser la más joven? Ni por entonces tenía claro el papel de dicho organismo, ni sigo teniéndolo aún hoy.
Bueno, yo sólo quería decir que: Gracias a esas miradas enfermeras seguimos progresando, gracias a esas manos enfermeras, que cada día cuidan de los pacientes, seguimos apostando por la #humanización y gracias a esas manos que siguen delante del teclado, todos aprendemos y compartimos porque siempre hay miradas hambrientas de conocimiento.
Gracias @ferenfer por la oportunidad y a todos esos AMIGOS 2.0 que seguís empujando del carro cada día.
Charo Boscá (@Charorx) Enfermera bloguera intentando ayudar al paciente radiológico. Aprendiz 2.0 y de la vida.
Enhorabuena! Necesitamos más enfermeras blogueras como tú, que pulsen las teclas adecuadas, las que tocan el corazón. Feliz día compañera! 🙂
Felicitaciones y un fuerte abrazo desde Guatemala!!! Ustedes nos inspiran a seguir adelante!!! Bendiciones