La importancia del Desfibrilador en el entorno urbano.dea

Navegando por Internet y de forma casual, como casi todo lo que uno acaba leyendo en la red, me encontré diversas noticias que hacían referencia a varios episodios de muerte súbita en ámbitos no sanitarios. Todos ellos en el último trimestre de este año que llega a su fin. Cuando uno lee con detenimiento estas noticias, y una vez superado el episodio emocional ya que muchas de estas muertes son personas consideradas jóvenes, analicé que en solo dos de las once noticias incluían la aparición en escena de un DEA o DESA (desfibrilador automático o semiautomático). Este dato me encendió la luz de alarma respecto a la falta de implementación de este tipo de aparatos en nuestra sociedad no sanitaria  y en el paisaje urbano extra hospitalario.  Para los poco familiarizados con la temática sanitaria, un DESA,  se podría definir como  un dispositivo portátil utilizado para estimular eléctricamente un corazón que está en  Fibrilación VentricularAl utilizar un DESA se hacen pasar fuertes choques eléctricos entre  los parches situados en el pecho del paciente

[i]

La historia de la desfibrilación se remonta a los años 30 cando las compañías eléctricas, preocupadas por la exposición de sus trabajadores a las descargas de alto voltaje, patrocinó y financió  los estudios de esta técnica novedosa de reanimación. En el año 1933 se redactó el primer informe exitoso sobre la reanimación en animales. No fue hasta 1947,  que Claude Beck, no utilizó de forma exitosa esta técnica en humanos aplicando directamente 60 Hertz de corriente alterna en el corazón de un paciente a quien se le estaba practicando una cirugía. En la década de los 50 se iniciaron los estudios sobre la desfibrilación aplicando unos electrodos en la pared torácica de los animales, siendo en 1956 la primera vez que se realiza, de esta misma forma, en humanos[ii]. Desde este inicio hasta la actualidad han pasado muchas primaveras y han aumentado mucho el número de reanimaciones exitosas en paradas cardiorespiratorias (PCR).

En la actualidad se producen aproximadamente, en España,  25.000 muertes súbitas anuales en el ámbito extra hospitalario, siendo este numero 4 veces superior a las muertes ocasionadas por accidentes de tráfico (en el global de Europa se pueden contabilizar hasta 700000 muertes anuales por esta casusa).  De estas muertes súbitas extra hospitalarias el 30 % de las mismas suceden fuera de los domicilios (espacios urbanos, polideportivos, parques, restaurantes etc…). De las muertes ocurridas por este motivo, se considera que el 80%  de las mismas son presenciadas por un familiar o amigos. Estos datos nos dan unas posibilidades muy elevadas de presenciar alguna vez en nuestra vida un episodio de estas características. Esta expectativa, por otro lado poco agradable, nos hace ver la importancia de disponer en ese preciso momento de un aparato DEA, y sobre todo, del conocimiento de la técnica para utilizarlo.

Para ver la importancia de la implantación de estos aparatos en el entorno urbano y de la preparación del personal no sanitario en su manejo cabe reseñar que la desfibrilación precoz, entre los tres y cinco minutos de la PCR, asume una tasa de supervivencia de entre  el 49 y el 75%. Teniendo en cuenta, por otro lado, que cada minuto que se pierde desde la PCR  hasta la desfibrilación inicial disminuye dicha tasa de supervivencia entre un 10 y un 15%[iii].

En lo referente a las personas autorizadas al manejo de los DEA, según el Artículo 6 del Diari oficial de la Generalitat de Catalunya[iv], se puede resumir en:

1-    El personal sanitario que acredite la superación de la formación base para el uso del DEA,

2-    Personal de otras comunidades o países de la Unión Europea que tengan acreditación para el uso del DEA y que puedan realizar funciones análogas en su lugar de procedencia,

3-    Toda  persona, que en ausencia de las citadas anteriormente, aplique la desfibrilación con finalidades terapéuticas.

Hasta hace poco tiempo el personal no sanitario formaba parte de los dos primeros eslabones de la cadena de la supervivencia en una PCR presenciada, realizando la llamada de emergencia y posteriormente la reanimación cardiovascular (RCP) hasta la llegada de personal sanitario. Este se encargaba de la aplicación de la desfibrilación temprana, en el caso de ritmos desfibrilables (FV y TV) y posteriormente de la realización de la RCP avanzada. En la actualidad, gracias a la implementación en centros públicos no hospitalarios de DEA, el personal no sanitario asume también protagonismo en el tercer eslabón de dicha cadena, siendo ,de esta manera, la desfibrilación inmediata más precoz y eficiente.

Se ha demostrado que con programas de RCP, que incluyan enseñar el manejo de desfibriladores externos automáticos (DEA) para reanimadores legos implementados en entornos públicos específicos, el número de supervivientes al paro cardiaco por fibrilación ventricular (FV) fuera del hospital se duplica en comparación con aquellos programas que se basan en realizar una llamada rápida al SEM y se administra una RCP por personal específico[v].

La Fundación Gaspar Casal, con el asesoramiento del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar y con el apoyo de Philips, reunió un grupo de expertos implicados en la difusión de la instalación de desfibriladores automáticos (DEA) en áreas públicas con el objeto de identificar barreras a su difusión y proponer algunas recomendaciones.

El grupo reunido llegó al consenso que tanto el conocimiento de las maniobras de resucitación, la cadena de supervivencia y el uso de estos aparatos debería integrase, sin duda, en la formación de colectivos como bomberos, policía, militares, etc… e incluso en la formación de la población general, a través de la propia educación escolar. Además campañas de información en los medios de comunicación, conjuntamente con la generalización de la instalación de desfibriladores, contribuirían a aumentar la supervivencia en caso de PCR, que es hoy día, es la causa de muerte más frecuente en España[vi]

A modo de conclusión podríamos decir que la importancia de la existencia de estos aparatos en el mobiliario urbano y el conocimiento de su ubicación  por parte de los ciudadanos , aparte del conocimiento del uso del mismo, puede salvar una cantidad de vidas que bien vale el coste de la inversión a realizar.

Para más información, consultar o descargar si se desea la “Guía de RCP y Desfibrilación Semiautomática” del Plan Nacional de RCP de la SEMICYUC.

Oscar Bautista Villaécija

Diplomado de Enfermería por la  EUE Sant Joan de Déu

Máster en la Atención Integral para Enfermería en Urgencias y Emergencias UAB

Máster en la Atención Integral en Paciente Crítico y Emergencias UB (en curso)



[i]http://www.semicyuc.org/sites/default/files/uso_de_un_desfibrilador_externo_automatico_semicyuc.pdf

[ii] http://www.muyinteresante.tv/2010/10/historia-del-desfibrilador.html

[iii] http://www.aencoal.org/2012/07/editorial-desfibriladores-semiautomaticos-para-todos/

[iv] Diari Oicial de la Generalitat de Catalunya Núm. 6259 – 22.11.2012

[v]  García Vega. F, Montero Pérez. FJ, Encinas Puente, R. La comunidad escolar como objetivo de la formación en resucitación: la rcp en las escuelas. Emergencias 2008; 20: 223-225

[vi] http://www.fgcasal.org/fgcasal/publicaciones/articulos/Informe%20Desfibriladores.pdf

Haz clic para acceder a RCPI-DESA_07.pdf