Ya muchos estáis, o estamos, prácticamente de vacaciones, pero a pesar de esto el mar de noticias no cesa. Hoy os traigo una reflexión enfermera sobre una noticia que habla del Biohacking, y que posiblemente os pueda interesar. La noticia en concreto es la siguiente: De la ficción a la realidad: chips NFC implantados en la piel para ayudar en tareas diarias.
¡Vaya!, el título de la noticia es también bastante ilustrativo, pero vamos a desgranar un poco el contenido y lo que serían algunas reflexiones.
¿Qué es el Biohacking?
El concepto hacker, ya muy extendido se ha convertido en sinónimo de una cultura “libre y libertaria” al alcance de todos. El llamado biohacking, (también conocido como biopunk) y del que puedes aprender más en el siguiente artículo Estos son los grupos que quieren llevar los implantes electrónicos al gran público“, al parecer no para de crecer, y su intención no es otra que “trasladar la filosofía hacker a la investigación y la experimentación biosanitaria”. Lo explica muy bien Ellen Jorgensen en su conferencia TEDx Biohackers : tú también puedes hacerlo.
Esta corriente, llevada al límite ha llegado a crear cosas como las que nos expone la primera noticia que os he mostrado, que es llevar la ficción del género “biopunk” a la realidad, creando “Kits” para implantar dispositivos en el cuerpo que nos permitan conectar con dispositivos como el teléfono, el coche, etc.. de manera que nos puedan ayudar en las tareas diarias. Impresionante verdad.
El caso, es que llevado al límite o no, se trata de una realidad, existente y que como explican en las diferentes noticias se encuentra sin regulación. Sin regulación y sin “control” de lo que a largo plazo pueda representar. Existen quienes se dedican a realizar las pequeñas técnicas quirúrgicas para los implantes, algo similar a las que se realizan en los establecimientos especializados en piercings y tatuajes, cuyas actividades si bien en nuestro país están reguladas (por ejemplo en Andalucía: DECRETO 286/2002, de 26 de noviembre, por el que se regulan las actividades relativas a la aplicación de técnicas de tatuaje y perforación cutánea (piercing)).
Evidentemente quién se expone a cualquiera de estas técnicas lo hace (o debería hacerlo) de manera consciente, consentida e informada. Los piercings y tatuajes son algo que está muy extendido y para tener seguridad a la hora de hacerlo hay que aplicarse en encontrar lugares seguros y regulados. Pero quién nos dice que estas prácticas, (me refiero al biohacking) no se extiendan o incluso se signifiquen útiles, no sólo para el control de dispositivos como el smartphone, si no para control aspectos de la salud. Como por ejemplo “Estos tatuajes temporales para diabéticos detectan fácilmente la glucosa en sangre”.
La innovación no cesa, las diferentes formas de hacking tampoco cesan, y la sociedad y las personas tampoco paran de cambiar. Nosotros debemos ir de la mano y adaptarnos a la sociedad y a los cambios, ¡somos enfermeras!
Hace unos años hablábamos de tatuajes y su efecto en la salud. Hoy lo hacemos de microchips, tatuajes inteligentes, sensores y de los que ya mismo se quedan atrás, los wearables. ¿El biohacking es un nuevo campo la enfermería?
Mi pregunta en voz alta es ¿Qué papel creéis que tendrá y tienen las enfermeras en todos estos cambios?
Se me ocurren muchas cosas, desde liderar proyectos e ideas como ya hacemos, hasta llevar a cabo investigaciones relacionadas con todas estas nuevas tecnologías que nos invaden (y que ya deberíamos estar haciendo!), pasando por la educación sanitaria, la promoción y la prevención o la evaluación de las nuevas tecnologías.
Cuéntanos en voz alta!
¿Qué papel creéis que tendrá y tienen las enfermeras en todos estos cambios?
Fernando Campaña Castillo, Editor de Nuestraenfermeria.es
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