En 1843 Charles Dickens escribía “Cuento o Cántico de Navidad” (A Christmas Carol), obra en la que se habla de cómo una persona huraña o tacaña puede cambiar su actitud durante la Navidad. En esta ocasión me atrevo a hacer una adaptación que puede parecer extraña pero que espero que no os deje indiferentes, y todo gracias a las inspiradoras imágenes de Maite Castillo.

En este caso el protagonista del cuento de Sanidad es la personificación de la Enfermería como actora fundamental en la tan preciada asistencia sanitaria. La Profesión enfermera que vive en el medio sanitario sin celebrar aquello que puede poseer, que es la excelencia en la asistencia sanitaria. Es decir hacer las cosas bien, como se deben hacer. En el cuento de Dickens el protagonista recibe la visita  del fantasma de un amigo, que le explica la pesada cadena que arrastra por no haber obrado bien. En esta particular adaptación La Enfermería recibe la visita del gestor del pasado (perteneciente a otra profesión sanitaria), que arrastra la pesada cadena perpetua de malbaratar la sanidad, de pensar en recursos infinitos e inagotables, que le han dejado una lista inmensa y perpetua de ecuaciones imposibles de resolver y sin vuelta atrás. El espíritu del Gestor del pasado le dice a la enfermería que esté alerta y que no se deje llevar por las tentaciones presentes, que intente no cometer errores de no ver lo que tiene, no sólo delante, si no en sus manos. Que posiblemente se tenga que echar a los hombros parte de esa gestión maltrecha, y que si no está atenta recaerá sobre ella la responsabilidad y las responsabilidades de presente, pasado y futuro. Que se ha de centrar en la salud de las personas como prioridad, para adivinar cómo llegar a la utopía de  la sostenibilidad del sistema sanitario de acceso universal. Por ello le informa que recibirá la visita de 3 espectros, los del paciente del pasado, presente y futuro.

Gestor del pasado

Gestor del pasado

 

El paciente de la Sanidad del Pasado.

Durante una noche, en el pasillo del antiguo hospital, la enfermería recibe la visita del paciente de la sanidad del pasado, un paciente solitario, víctima del paternalismo sanitario y culpabilizado de todo lo que le sucede. ¿Quién tiene la culpa de su situación?, él y ¿qué debe hacer?, lo que le digan, dependiendo siempre de otros, mostrándose incapaz de gestionar su salud, pero con la suerte de que a pesar de no saber gestionar su propia salud, cuenta con  profesionales que lo llevan de la mano y recursos que parecen no acabar. El paciente del pasado, dice sentirse culpable, se lo han dicho. Si no hubieras hecho tal, si no hace tal, si no cual… Es como un niño de la mano de un adulto que no para de reñirle durante toda su vida, pero que además no le enseña nada, que lo sienta y lo conduce  a través del sistema, sin dejarlo actuar, ni pensar ni expresarse, puesto que es culpable. Y su sino está en no entender lo que pasa hoy en día, no puede convivir con los recursos del presente. No le han enseñado y no entiende por ejemplo por qué no ha de estar ingresado para operarse, y después de unas horas de la operación ha de marchar a recuperarse a casa. Antes eso no pasaba. Podía estar ingresado días y días hasta estar bien. Porqué debe pagar una pastilla, si le han dicho que con impuestos ya pagaba la sanidad. Porqué no le recetan ninguna pastilla para cierta dolencia. Dice sentirse víctima y solitario. Y que las figuras que siempre habían ejercido de padres  le están dejando huérfano.

El paciente del pasado deja a la enfermería con la estela de la proyección de su imagen en la retina. Una imagen de una persona triste y desamparada a la vez que solitaria en un sistema que no entiende. Y le hace reflexionar en que estas personas están en el sistema y que parte de la culpa la tiene ella, ya que en su día se hizo partícipe de ejercer de figura paternal impositora.

Continuará…

 

Paciente de la Sanidad del Pasado

Paciente de la Sanidad del Pasado

Fotografías tomadas durante la visita de puertas abiertas al Hospital de Sant Pau de Barcelona, Monumento Histórico-Artístico de la Unesco, que Maite describe en su post dedicado.

Fernando Campaña Castillo, Editor de Nuestraenfermeria.es

Fotografía, Algunos derechos reservados por maitecastillofotografia