Con la expresión desvirtualización, queremos expresar la acción de conocer a una persona o alguien con el que previamente hemos establecido una relación virtual. No es infrecuente, y cada vez va serlo menos el que las personas nos veamos involucrados en este tipo de acciones. Acciones que dependiendo del contexto pueden provocar recelos en las personas que observan la acción desde fuera.

Aunque la acción de la desvirtualización nos lleva a pensar en encuentros singulares entre varios individuos, concretando un lugar y una fecha, la realidad es mucho más compleja, y las desvirtualizaciones se suceden en ámbitos muy diferentes al personal y singular. Existen muchos entornos desvirtualizadores, que sobretodo se dan en la educación, la investigación, congresos o simposios… lugares en los que estudiantes, profesionales o expertos llegan a la desvirtualización de forma concertada o accidental, conociendo quién o que está al otro lado, el lado virtual (llamémoslo ‘Matrix’). Cada vez son más los entornos de educación online, los congresos en streaming, etc… lugares virtuales que pueden dar paso a futuras desvirtualizaciones.

En mi caso este proyecto personal bloguero, me ha llevado a mi primera experiencia de desvirtualización positiva, en un entorno privilegiado como es Cádiz que bien podría estar sacado de Mátrix aunque es real. He tenido la oportunidad de desvirtualizar con el Bloguero Javier M. Yagüe responsable del Blog Bioética para Enfermer@s.

Realmente ha sido una experiencia positiva, en la que el intercambio de opiniones y la confrontación de las diferentes realidades enfermeras no hace más que enriquecer nuestra Enfermeria.

Espero que realmente sólo sea el principio de una serie de desvirtualizaciones positivas en el entorno real-virtual.

 

Cerveza Sin

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Fernando Campaña Castillo