Son muchos, muchísimos los sentimientos que afloran ante la muerte, sobretodo de un ser querido. La vivencia, seguramente marcada por la estima del ser querido que se marcha, evocara estos sentimientos. La vivencia además del hecho, de cómo entandamos lo que está sucediendo y cómo suceda, nos marcará.

Nuestra sociedad, capaz de apartar la muerte hacia lagunas “sanitarias”, cada vez se ve menos preparada para soportar el proceso de vida que en el que consiste morir. Lagunas sanitarias en las que los embarcaderos para el tránsito son menos de los que podrían ser, y muchas veces en su lugar, de momento, hay acantilados desde los que saltar a la laguna de la muerte.

De uno de estos saltos nos habla en un artículo publicado por el País Semanal, la periodista Rosa Montero, “Morir Rabiando”. Artículo dónde relata una vivencia que va desde un posible salto hasta un tránsito, y del que se desprenden varias cosas como son la limitación de los recursos en nuestro sistema sanitario -“uno de los mejores del mundo”- de acceso a los Cuidados Paliativos de Calidad, los esfuerzos de algunos por contrarrestarlo y el profundo desconocimiento que de estos cuidados que tiene la sociedad en general.

Y es desde el desconocimiento el lugar en el que se destruyen esos embarcaderos y se crean nuevos acantilados. A principios de 2014, cuando junto a Marisa de la Rica comenzáramos a escribir los artículos “y porqué lo llamas Eutanasia si quieres decir…” lo que pretendíamos desde nuestro espacio era dar un poquito de luz a ese “rincón de desesperación” que se llama Eutanasia, y ver que la realidad es muy diferente y que en ese saco metemos muchas cosas que no lo son como el “Rechazo al tratamiento, la Limitación del Esfuerzo Terapéutico (LET), la Sedación Paliativa, o la muerte cerebral.

A este duro relato-denuncia de Rosa Montero, responden (y gracias por hacerlo), la SECPAL y AECPAL (Sociedad Española de Cuidados Paliativos y Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos), mediante una carta dirigida a la Periodista, pero que bien podría estarlo a toda la Sociedad. Y que por qué no, ahora en tempos electorales a esos políticos quieren representarnos.

La Carta quiere llamar la atención sobre una realidad en la que los profesionales de cuidados paliativos están muy por encima de las condiciones en las que España permite ofrecer esta atención… Y es que, “no es tolerable, en el que dicen uno de los países con la mejor sanidad del mundo, que las personas más vulnerables de nuestro sistema sanitario y sus familias sigan sufriendo como lo hacen”.

Comencemos entre todos a mirar hacia esos acantilados para poder convertirlos en embarcaderos, dónde la sociedad entienda que son los Cuidados paliativos, y así los respalde como debería hacerlo.

Fernando Campaña Castillo, Editor de Nuestraenfermeria.es

Fotografía portada, imagen libre modificada de Pexels