Según la Wikipedia “los prismas dispersivos son usados para descomponer la luz en el espectro del arcoíris, porque el índice de refracción depende de la frecuencia; la luz blanca entrando al prisma es una mezcla de diferentes frecuencias y cada una se desvía de manera diferente.” Vamos en resumidas cuentas, cuando un haz de luz pasa a través del prisma, por éste salen todos los colores del arcoíris.
Pues esta es la analogía es la que he encontrado para hacer referencia a la iniciativa con “L” de enfermera. ¿Por qué? Porque es así, a ojos de los demás, profesionales sanitarios o no, somos tan solo enfermeras. Si pero ojo, una enfermera posee un prisma de actuación mayor de lo que les parece. Los colores del arcoíris son infinitos, al igual que las aptitudes enfermeras. No pertenecemos a una profesión, si no que a una Disciplina y nos debemos a ella. La Disciplina “es la coordinación de actitudes con las cuales se instruye para desarrollar habilidades”, en nuestro caso habilidades enfermeras que son de amplio espectro. Y es en este amplio espectro de habilidades dónde encontramos nuestras fortalezas y debilidades.
Nuestras fortalezas porque tenemos un gran número de habilidades inherentes a la enfermería, somos algo más que la pieza del puzle que complementa a otra profesión considerada superior. Somos educadoras de la salud, comprensoras de la complejidad humana, acompañantes por naturaleza, buenas con las técnicas, formadoras, estudiantes a perpetuidad, lideres… Dudo mucho que cuando una enfermera comienza a estudiar la carrera, comprenda lo que es la enfermería. Es algo que con el tiempo vas comprendiendo, y no son pocas las aptitudes que hacen falta. Como mostraba en el infograma que dediqué desde el blog al día Internacional de la Enfermería, las enfermeras manejamos técnicas de comunicación interpersonales, tenemos un sexto sentido empático, somos pacientes, creativas, atentas, manejamos la complejidad de la ética, tenemos capacidad de decisión, capacidad de investigación…. y un largo etc.
Aunque también todos estos atributos se nos vuelven en contra. Nos tenemos que colgar la “L” de aprendiz en múltiples ocasiones. Esto es debido a como se denuncia en la iniciativa con L de Enfermera existe la figura de “roting” servimos para todo, podemos ocupar cualquier vacante, somos una pieza de un puzle que sirve para completarlo, y nuestro prisma de aptitudes sirve para justificar que somos capaces de adaptarnos a cualquier puesto y en cualquier momento. Pero no quiero seguir por este camino, ya que, gracias a la iniciativa el tema se va a tratar y mucho. Además se le está dando visibilidad, que es lo que necesita.
Quiero coger el camino de alabar a las enfermeras que se cuelgan la “L”, por iniciativa propia, y ven más allá de la profesión, que la comprenden en su complejidad, y se inician en nuevos mundos para ellas, pero que sirven para potenciarnos a tod@s. Existen enfermeras gerentes, políticas, gestoras, científicas, investigadoras, docentes, doctoras, mediadoras, periodistas y demás… emprendedoras todas ellas y enfermeras ante todo. Cada una de ellas se cuelga su particular “L”, con intención enfermera, que es lo que las hace fuertes, tanto a ellas como a nosotros.
Yo hace unos meses me colgué una de mis “L’s”, la bloguera, me he convertido en un medio informático enfermero, introduciéndome en la red, aprendiendo a manejar la información y a crear contenido. Por eso además quiero felicitar a @miguel_garvi y @_ruthlopez por arrancar esta iniciativa, colgándose su particular “L”, que sobretodo nos da visibilidad, que es lo que necesitamos para ser entendidos.
Fernando Campaña Castillo
Excelente escritora; me hace muy feliz que expreses con tanta naturalidad y bondad como somos. Leyendo tus palabras me doy cuenta de que podemos ser escritoras… Felicidades.