Montado en un tren, escribir un post y reflexionado sobre todo lo que envuelve a la enfermería. Este post podría titularse montando en el tren, viajando a través de la enfermería, o cualquier cosa similar. Pero más allá de la realidad, de la grandeza tecnológica que supone publicar durante un viaje en Ave a unos cuantos quilómetros por hora, esta situación me hace pensar.
Hoy ha sido un día intenso, se ha producido una ‘desvirtualización’ provocada por una plataforma televisiva como es EnfermeríaTv, que me ha reunido con dos blogueros admirables y admirados por uno. Serafín Fernández (@cuidandosfs) de la plataforma de comunicación La Factoría Cuando, y Azucena Santillán (@ebevidencia) de ebevidencia.com Una situación que no sólo te hace poner cara y ojos a varías personas que hasta el momento había conocido de manera virtual, si no que además te da la oportunidad de intercambiar opiniones e impresiones, conocer realidades y puntos de vista enfermeros que seguramente de no haber emprendido esta aventura bloguera no hubiera tenido la oportunidad de disfrutar.
Hablando de las oportunidades que pasan, y debatiendo con los ‘colegas’ blogueros, me planteaba que, si nuestro problema es la visibilidad de nuestra labor y las redes sociales son un vehículo para hacer más visible a la profesión, los profesionales y las responsabilidades de su día a día ¿a qué estamos esperando?
Posiblemente a que pase un tren que nos lleve a todos, pero sigo con mis preguntas reflexivas, ¿hemos comprado el billete para subirnos? La propiocepción enfermera me dice que no, que estamos faltos de interés de emprender un viaje a través de las redes y de las nuevas realidades que se nos presentan; y seguramente debido a que nos sentimos acomodados, que no cómodos, con el papel que, no es que nos toque jugar, pero que jugamos, en nuestras pequeñas atalayas enfermeras.
Atención, no quiero parecer derrotista, pesimista o cualquier otra cosa, y mucho menos después del gran día de hoy. Pero si que hay que ser realista, y comprender que esta situación de invisibilidad existe en aquello que hacemos. Y suena a que nos cuesta despertar y comprender que aquello que hacemos si no lo explicamos y demostramos, lo estamos entregando a otros que nos harán prescindibles, y jugarán con nuestra profesión y nuestras competencias a su antojo poniéndose medallas que seguramente no les pertenezcan pero que otros no hemos reclamando.
¿Estamos esperando el tren enfermero? ¿Ese que nos lleve a todos al destino profesional? Pues más vale que nos pongamos manos a la obra y compremos nuestro billete. Por cierto la taquilla no sólo se encuentra en la web 2.0, o en las redes sociales. Nuestro billete lo tenemos que buscar en nuestra perseverancia diaria, en el querer hacer las cosas bien, en explicar cada paso que damos. Y explicárselo a aquellos que más les interesa, como son los pacientes y a aquellos que menos parece interesarles, aunque en realidad están interesados, como son los demás profesionales y aquellas gestiones y gestores que nos miran atentos.
Como referencia a la actitud enfermera, y los trenes que pasan, dejo aparte mi opinión, pero quiero que escuchéis las de muchos otros, os remito al Monográfico de la revista ENE de Enfermería, en su vol 5, n2 – ago 201, disponible en: http://enfermeros.org/revista, sobretodo en la editorial de Andoni Carrión que se titula Enfermería y 2.0. Una Cuestión de Actitud. En la que se explica muy bien que es este tren, el 2.0, y nos remite al interés por la profesión de muchas Enfermeras, y como hacen por dar visibilidad a los cuidados, nuestra razón de ser.
Fernando Campaña Castillo, Editor de Nuestraenfermeria.es
Fotografía de @ferenfer
Mil gracias por la mención… que lejos queda aquel editorial ;-))