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No, no puede ser casual. Lo digo de veras. Y lo digo después de lo que voy a llamar  “los tres indicios de Abril”. ¿Qué me ha pasado este abril? Podría ser que la primavera la sangre altera, pero realmente no ha sido la primavera si no la enfermería la que lo ha hecho.

En muchas ocasiones (por no decir en todas), nos quedamos allá, inmóviles, en la posición que la sociedad da. Y por mucho valor que tenga el colectivo enfermero, por muchos logros que consigamos o muchas cosas que creamos que podemos hacer y creamos que haríamos bien, no nos da por demostrarlo, como colectivo. Os voy a explicar los tres indicios de Abril que apuntan a que debemos visibilizar nuestro colectivo.

El primer indicio: El viaje a Roma

Como ya comenté en un post anterior, he viajado a Roma junto a grupo, muy diverso, de grandes profesionales de la enfermería (mejores personas), en el contexto de una Máster de Innovación e investigación de la UAB. El motivo era conocer el sistema sanitario Italiano y como se adapta en este la “resiliente” enfermería  italiana, superando las limitaciones del sistema. In situ, una de las impresiones generales es que la enfermería Española está a años luz de la italiana, seguramente debido al sistema  sanitario. Pero no sólo en aspectos, como en recursos y maneras de hacer. Nuestra Formación académica, la independencia en los planes formativos de otras figuras sanitarias consideradas “socialmente” superiores son una muestra de madurez, que en otros lugares del primer mundo (como es el caso de Italia), no poseen. Quizás nosotros deberíamos envidiar la Resliencia Italiana, que les hace querer afrontar sus limitaciones liderando proyectos que mejoren su sistema sanitario y por consiguiente la “salud” de las personas. Sin embargo, el ver in situ lo poco desarrollada que está la atención primaria, y comparar como aquí la enfermería tiene gran influencia en primaria, como es en la promoción de la salud, te hace pensar. Pensar en ¿Porqué no lo utilizamos y nos creemos la fuerza que tenemos,  uniéndonos para mejorar?

El segundo indicio: La entrevista de ENE a Doris Grinspun

Si en marzo tuvimos el honor en este blog de entrevistar a Doris Grinspun, en abril se publicó la entrevista que realizaron desde la Resvista ENE de enfermería. Es una entrevista más que recomendable, que denota el aprecio que Doris tiene por la enfermería española. Desde la punta de lanza Canadiense reconocen nuestras fortalezas, y la propia Doris se pregunta por qué una enfermería tan potente en el rol clínico e investigador o gestor, no lo es como colectivo.  Y deja frases para pensar en aquello que podemos llegar a hacer:

…Sin embargo, vuestro poder dentro de las redes sociales es impresionante, y podrían usar este para empujar una plataforma colectiva de 1) políticas de salud sanas y 2) políticas laborales basadas en la evidencia…

Deberíamos fijarnos, en la fuerza como colectivo que tiene la RNAO, puesto que tiene 41500 afiliados, y en España hay colegios de Enfermería que seguramente tienen más afiliados. Diferente pues, es la actitud de estas enfermeras para creer en el su poder colectivo y unir fuerzas para  mejorar. A nosotros en cambio nos cuesta. Si somos excelentes en unas cosas, ¿por qué no lo somos en otras? ¿Nos faltan líderes como Doris? Según ella NO, tenemos a grandes líderes, y nombra a algunos, pero ¿somos capaces de verlos como líderes nosotros mismos?

El tercer indicio: La conferencia de Lynda  Juall Carpenito

Lynda Juall Carpenito estuvo en el Coib (Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona) hablando de su Modelo Bifocal para la práctica Clínica. Carpenito, conocida como una de la teóricas de la enfermería, es enfermera comunitaria en Pensilvania, enfermera de práctica avanzada y experta en diagnósticos enfermeros, creadora del Modelo Bifocal y autora de diversas publicaciones. Para mi hizo una conferencia alucinante. En twitter se pudo seguir con el hastag #CarpenitoCOIB, estuvimos bastante activos. Dejó joyas que encontrareis en el resumen del hastag y lanzó muchas alabanzas a la enfermería de aquí, incluso al sistema sanitario. Una de las cosas que alabó era que cualquier persona podía tener acceso a una enfermera. Habló de que debemos conservar nuestro rol autónomo “No podemos pedir permiso a los médicos para cuidar”, y de que debíamos dar la importancia que tiene a nuestra propia profesión, “no es fácil ejercer la medicina, pero la enfermería puede resultar más difícil aún” (poniendo de ejemplo lo complicado que es provocar el cambio de hábitos en  una persona). De problemas de comunicación entre profesiones sanitarias, habló. Pero me pregunto, ¿nos sabemos comunicar entre nosotros mismos? ¿Sabemos ver la importancia real que tenemos? Sinceramente creo que no, y que debemos empezar a valorar lo que hacemos y lo que somos para que otros lo hagan, y en esto la Evidencia científica tiene un papel muy importante.

Tres indicios de que somos buenos, muy buenos, pero de que no nos lo creemos, y por lo tanto nos quedamos en un lugar que la sociedad nos otorga y que aceptamos sin más. Qué más queremos, si ya desde otros países nos miran así, quieren ser como nosotros, quieren conseguir hacer lo que hacemos, envidian nuestro sistema, pero no nos entienden, no entienden que una enfermería que “podría ser la mejor del mundo” no sea capaz de unirse para mostrar su potencial, y utilizarlo para mejorar la sociedad. En eso si que no nos envidia nadie.

Fernando Campaña Castillo, Editor de Nuestraenfermeria.es

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