El mundo anda bastante “jod*%#”, es la realidad que no ha tocado vivir, y no sólo desde la crisis de la #Covid19. Pero el caso es que con la crisis del virus se han destapado realidades que nos cegaban, sobre todo en nuestro entorno. Y también en nuestra realidad particular, la enfermera.
Desde que comenzara la pandemia hemos dado el callo…, un momento, -ahora- desde antes, mucho antes de que comenzara la pandemia, hemos “dado el callo” (ver RAE “dar el callo”). Pero tristemente, no sólo con entrega y dedicación se cambia el mundo. Y está claro que esa entrega y dedicación a las personas y al cuidado, y no el cuidado sólo a éstas, si no que a la sociedad, nos confunde en el halo de la vocación: – Qué bonita su profesión, que pasión ponen las enfermeras, que entrega tienen, un aplauso, para ellas también. Es que son profesiones vocacionales, hacen lo que han de hacer… etc… Pues se ve que sí, también nos merecíamos entre los demás los aplausos “sordos”…
Al principio de la pandemia se nos decía, que el sistema iba a sufrir una gran prueba de estrés, y que nos teníamos que preparar para ello. Con todos mis respetos, en cada campaña de invierno tensionamos el sistema, y lo ponemos en sus límites. En cada campaña de invierno se refuerzan unas plantillas insuficientes en los grandes hospitales, y tras cada campaña de invierno se vuelven a reducir estas plantillas ( no sólo de enfermeras y sus equipos ), para que tras el septiembre se vuelva a pensar en ello. Pero amigos, la prueba de estrés llegó, y el sistema se saturó. Y como se ha dicho en redes y en diferentes foros, el tener que contratar a profesionales por miles, montar hospitales de campaña al lado de los hospitales y un etc… es una prueba de ello. Y una pandemia llegó para que nos diéramos cuenta de que hay cosas más que necesarias, como es el caso de la atención primaria, el refuerzo de la salud pública y sus politicas o la inversión en sanidad (que nunca es a fondo perdido si se gestiona bien).
Y no me refiero a nivel país, incluso a niveles más elevados como son los comunitarios europeos. Porque que los que en 2008 evocaron a los grandes líderes políticos y visionarios de nuestros país a recortar dónde más necesario era (Sanidad, Educación y demás..), ahora piden lo contrario: Bruselas pide a España invertir en el sistema sanitario. Vaya hombre…
Pero centrándome en lo que quería y en el movimiento que (no) ha dado mucho que hablar (en el mundillo enfermero de las redes: #EnfermerasEnLaComison) enfermeras en la comisión no va a haber. De este movimiento en la red hace un buen recopilatorio el amigo Joan Carles March: Enfermeras en la Comisión, pero ¿quiénes?: Enfermeras de verdad.
Pero más allá de la petición de enfermeras en la comisión, que como dice @Maria_EIR16, no deja de ser ver a “enfermeras (me incluyo) justificando estar en la comisión… lo que “…recuerda a las mujeres cuando tienen que justificar estar en altos cargos”. Maria en su hilo habla de que en vez de quejarnos debemos hacer una crítica y autocrítica. Debemos visibilizarnos y para ello hacer valer las que serían nuestras acciones ante esta “mesa de reconstrucción” y vehiculizarlo a través de nuestra ciencia ( nuestras sociedades científicas) y utilizar los órganos que se suponen nos representar para hacerlo patente.
@Maria_EIR16: “Si no nos dan una silla en esa mesa, deberíamos publicar un documento con las medidas que proponemos, trasladarlo a los medios y enviarlo al Gobierno. Ese documento debería estar consensuado por nuestras sociedades científicas y difundido por @CGEnfermeria”
Aquí os dejo todo el hilo.
Veo enfermeras justificando estar en la comisión. Me recuerda a las mujeres cuando tienen que justificar estar en altos cargos. A ellos, a los médicos, a ellos, a los hombres, no se les pide que justifiquen su presencia #lacovidyyo #GéneroySalud
— María Zamora Arjona (@Maria_EIR16) May 22, 2020
Y todo esto irremediablemente me recuerda a movimientos anteriores como #enfermeriavisible. Porque hoy como muchas veces a pesar de que todo el mundo nos ve y reconoce nuestro trabajo, seguimos siendo invisibles. Haremos en el futuro próximo una gran labor en atención primaria y en salud pública con la prevención primaria, secundaria y terciaria ante el virus, en el seguimiento de contagios, en la educación para la salud de la comunidad, en la atención a la cronicidad posterior a la pandemia y sus oleadas, a la atención ante la endémia (como cada año en la gripe), pero seguiremos igual…
Es momento de que se alcen líderes enfermeras, para (unFuck the World), ¿quiénes?, se me ocurren varias… pero que seamos todos nuestros propios líderes, que dentro de todos surja ese líder informal, que sea coherente y visibilice a la enfermera. Hay que alzarse, pero siendo proactivo, aportando y proponiendo. No hay que coger la propina, agachar la cabeza y seguir. Hay que trabajar duro y demostrar lo que es una enfermera. Sólo así políticos y políticas frenarán y se detendrán ante nosotros a escuchar lo que tenemos que decir.
Ahora es momento del liderazgo de las enfermeras, para unfuck the world!
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