Hoy en Nuestra Enfermería Fanzine TV os traemos un post de Enric Limón, miembro del centro coordinador del Programa de Vigilancia de las Infecciones Nosocomiales de Cataluña (VINCat). En él nos explica el porqué de la necesidad formativa para profesionales sanitarios sobre el control de la infección nosocomial. Gracias Enric por éste aporte, acompañado de un video en el que vemos como las enfermeras están más que implicadas. Implicadas no solo en el control de la infección nosocomial y en la formación de profesionales en éste ámbito.
Autor: Enric Limón
Enfermero. Doctor por la Universitat de Barcelona, Facultad de Medicina. Centro coordinador del Programa de Vigilancia de las Infecciones Nosocomiales de Cataluña (VINCat).
Cuando revisas un caso de infección nosocomial con todo el equipo que la ha atendido y ves el sufrimiento y lo que puede suponer padecer una de estas infecciones, sientes una mezcla de rabia e impotencia profesional y personal.
Hemos estado revisando el caso de una señora de 79 años que se operó de una intervención laparoscópica de cirugía pancreática y que al cabo de 6 días empezó con un cuadro febril que la condujo a la muerte con la causa más que probable de una bacteriemia relacionada con catéter vascular. Entender qué ha pasado, pero sobre todo encontrar la forma de que esto no vuelva a pasar nunca más, se convierte en un objetivo de primer nivel.
Es un proceso que los equipos de control de infección tienen que enfrentar cada día. Ser capaces de entender todo lo que ha ido mal, sin culpabilidades, sino con una visión preventiva que permita investigar las causas de una muerte que no debería haber ocurrido. Como si se hubieran conjurado todos los factores que en el hospital pudiesen acabar siendo letales para una de nuestras pacientes.
Hace ya unos años que la filosofía que impregna nuestro centros es la de asegurar que, en ningún caso, nuestros pacientes sufren daño al ser atendidos. La seguridad de los pacientes debe ser un parte fundamental de nuestra práctica clínica. En todos los ámbitos y en todos los procesos de cuidados. Una infección nosocomial es un efecto adverso, un error en alguno de los procedimientos que se han realizado. Cuando revisas el caso con el equipo surge la duda, la confusión, pero también las certezas de que no es un problema personal sino un problema estructural.
La única forma de evitar estos errores es detectarlos a tiempo y tomar medidas. Para realizar correctamente esa detección es necesario una metodología estricta y formación específica en control de infecciones. Cada vez son más los profesionales que ven en esa formación una necesidad. Porque la seguridad es transversal y las infecciones no conocen de barreras arquitectónicas o de servicio, la lucha se libra en cada uno de los procesos que se siguen frente a pacientes que en muchos casos son muy vulnerables por sus estados de salud donde se combinan pluripatologías, procedimientos muy invasivos, microorganismos muy virulentos con resistencias a muchos de nuestros fármacos y presión asistencial que debilita los sistemas de calidad. Esta combinación, en muchos casos letal, es necesario desactivarla mediante unos conocimientos que son aplicables en todas las áreas, desde las unidades de cuidados intensivos, hasta los servicios quirúrgicos o de medicina.
Esta necesidad formativa la hemos podido apreciar en nuestro curso donde cada vez son más las enfermeras o los médicos que complementan sus especialidades con formación en control de la infección
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