¿Para qué sirve una Alarma?
Alarmante seria no saberlo, pero repasemos el concepto. Según la Rae, de las cinco definiciones aceptadas, en el caso que nos ocupa sería la de de: Mecanismo que, por diversos procedimientos, tiene por función avisar de algo. Por ejemplo: “Conectamos la alarma”
En las diferentes unidades hospitalarias se dispone generalmente dispositivos avanzados que contienen alarmas. Estos cumplen funciones diversas, entre la más frecuente se encuentra la monitorización del paciente, comúnmente se conocen como Monitores.
Estos dispositivos cada vez son más avanzados y dan muchísima información sobre el estado del paciente monitorizado. Una de las funciones es lanzar una alarma en caso de que alguna de las constantes vitales que controla ( tensión arterial, pulso, etc..) salga de valores considerados normales.
Desde la Joint Commission (organización no gubernamental, independiente y sin ánimo de lucro que acredita a más de 20 000 organizaciones sanitarias en los Estados Unidos), se hace referencia a un problema que se ha detectado con las alarmas de estos dispositivos.
El problema es el cansancio que provocan las alarmas de los dispositivos en el personal sanitario. Pero claro como podemos cansarnos de escuchar una alerta, ¿no?
Han contabilizado más o menos el número de alarmas que se producen por paciente ( unas 100 por día), dependiendo de la unidad unas 1000 por unidad, y dependiendo del centro, se podrían producir decenas de miles al día. A esto se puede sumar que, según establece los datos que presentan, entre el 85 y el 99% de ellas son falsas alarmas y no precisan intervención. Esto provoca que en ocasiones el personal realice acciones como eliminar las alarmas, bajar el volumen de éstas, o cambiar su configuración. Lo cual supone un problema de seguridad importante para el paciente, ya que ese 1% de alarmas que si precisa intervención, puede ser obviado poniendo en riesgo a la persona.
La Joint Commission propone una serie de medidas para evitar esta situación. Las recomendaciones/soluciones serian:
- Contar con un proceso para la alarma de seguridad, la gestión y la respuesta
- Inventarios de alarmas equipada en los dispositivos médicos
- Tener directrices para la configuración de las alarmas
- Tener directrices para la adaptación de los valores de las alarmas y límites para cada paciente
- Inspeccionar, verificar y mantener los dispositivos correctamente.
Además presentan los datos de una manera que nos gusta mucho en Nuestra Enfermería, en modo de infografía. Al tratarse de una Infografía en Inglés he añadido unos enlaces en la imagen para traducir la información que contiene.
Espero que sirva de utilidad y de reflexión, ya que por más maquinaria de la que dispongamos, el primer factor para garantizar la seguridad de las personas que atendemos es nuestra dedicación, compromiso y profesionalidad, que ha de estar presente en todo momento.
Espero vuestros comentarios!
(#AlarmaSegura)
Fernando Campaña Castillo
Diplomado Universitario de Enfermeria
Máster en Enfermería Oncológica
Arreglados los enlaces en la imagen!
Como siempre muy interesante
Gracias Mónica!