La tecnología está invadiendo todos los ámbitos de nuestra de vida y era obvio que esta invasión también iba a llegar al mundo de los cuidados y de las enfermeras.

Soy de los que piensa que la tecnología es, y será, de gran ayuda en determinados aspectos de los cuidados. Sin embargo, me da algo de respeto como la evolución, desarrollo e inclusión de tanta tecnología en el entorno de la enfermeras y del cuidado puede acabar restando atención aspectos más básicos del día a día y que son más baratos y más efectivos para el bienestar de una persona.

No digo que haya que limitar esfuerzos en investigación y en desarrollo de tecnologías para los cuidados que puedan hacernos avanzar. Sin embargo, sí sería cauto antes de invertir esfuerzos en desarrollar determinadas tecnologías, con el esfuerzo económico y de tiempo que conllevan. Si el fin de la tecnologías no es claramente la de ayudar a las personas, pacientes o a los profesionales sanitarios en su quehacer diario estaremos tirando el tiempo, al menos si lo que interesa es hacer avanzar nuestra profesión. No se me va de la mente aquella noticia en la que un robot con una pantalla en videoconferencia con el médico fue a comunicarle a un paciente un diagnóstico terminal.

¿Cuántas aplicaciones móviles de salud salen cada semana y cuántas finalmente tienen un verdadero impacto sobre la salud de las personas o facilitan la práctica diaria de las enfermeras? Tiempo y dinero que quizás podría haber sido invertido en aspectos más básicos como analizar a fondo cómo se encuentran o qué sienten personas con determinadas patologías y cómo podemos actuar las enfermeras para ayudarles.

En definitiva, tecnología y cuidados SÍ, pero siempre teniendo claro que para una enfermera la finalidad de usar o desarrollar una determinada tecnología debe ser mejorar la salud de las personas o hacer su práctica diaria más fácil para poder dedicar tiempo a cosas más básicas y esenciales. Por ejemplo, una conversación a pie de cama con la persona ingresada o agilizar algunas tareas para poder tener una menor sobrecarga y así cuidar mejor y sentirse mejor en su ambiente laboral. Tecnología y cuidados deben avanzar de la mano para mejorar los cuidados y la salud de la población y aquí las enfermeras tenemos aún mucho campo por explorar.