Esta semana, desde la web de Proyecto HU-CI , Gabi Heras nos presentaba el Programa de las XX Jornadas Nacionales de Humanización de la Salud, que este año se dedica a la Humanización de los Cuidados Intensivos, en la que los amigos de Proyecto HU-CI participan activamente. Estas se llevarán a cabo en el Hospital Universitario de Torrejón los días 27 y 28 de Mayo de 2015 y están avaladas por diferentes sociedades Científicas (SEEIUC, SECA y solicitado el aval aSEMICYUC), acreditadas por la Universidad Autónoma de Madrid ).
Aunque estas jornadas se enfocan a la Humanización de un entorno muy, pero que muy tecnológico, como son los cuidados Intensivos, me gustaría hacer una reflexión generalizadora de lo que creo es un problema emergente en la actividad sanitaria, tema por otra parte muy tratado mediante iniciativas como la de Mírame Diferencia-T, que se recoge en la web de la Factoría Cuidando, Diferenciat.org.
¿Porqué una reflexión generalizadora? porque la tecnología nos está sirviendo, cada vez más, y en la atención sanitaria llega a más lugares, desde la asistencia primaria a la hospitalaria, modificando conductas, tanto de profesionales como de las personas a las que atendemos, dificultando en muchas ocasiones una relación terapéutica entre profesional y persona, sin que nos demos cuenta. Debemos pensar que la tecnología está a nuestro servicio y no nosotros al servicio de esta.
Pero además no es solo un debate tecnológico. Prolongadas situaciones como las de la actual crisis económica, provocan situaciones que se nos cronifican, como es el caso de los númerosos colapsos en las urgencias hospitalarias debidas a la gripe. Por lo tanto además de una responsabilidad a nivel del personal asistencial, se trata de una responsabilidad compartida a todos los niveles, y en este caso la gestión y la administración tienen también que asumir su papel, para evitar caer en espirales viciosas que nos lleven a la deshumanización de los cuidados y por tanto de las personas.
Una de las cosas que más directamente puede afectar de manera negativa es el estrés profesional, el Burn-Out de los profesionales, que en muchos momentos se agrava en escenarios hostiles como un Hospital Colapsado, un área básica con pocos recursos, las unidades de salud mental o una presión asistencial muy elevada en cualquier tipo de asistencia, generando unos profesionales desgastados por el sistema. En los tiempos que corren debemos vigilar y no cerrarnos y centrarnos en evitar la deshumanización de ciertos espacios descuidando otros, que posiblemente se estén deshumanizando poco a poco, y como ya digo, no sólo por motivos tecnológicos.
Responsabilidad muy enfermera. El cuidado es el ser de la disciplina enfermera, y un cuidado descuidado, se convierte en un cuidado deshumanizado, generando una deshumanización pués de la asistencia y seguramente del entorno. Cosas como la comunicación eficaz, la relación terapéutica, la comunicación empática, los toques empáticos, son claves en lo que se llama Humanización, y son cosas tan sencillas que pueden ser complicadas. Simplemente utilizar la empatía puede ser muy difícil si se olvida cómo se hace. No olvidemos que somos enfermeras, pero no descuidemos que todos somos personas y esto ha de primar, somos todos iguales y así nos debemos sentir. El entorno sanitario no debe ser un obstáculo, si no que un facilitador de la humanidad de las personas.
Estas son algunas reflexiones, pero creo que en las jornadas que nos presenta Gabi, Serán muchos los temas que surjan y se traten al respecto. Espero que los que acudáis podáis explicarnos vuestras impresiones.
Fernando Campaña Castillo, Editor de Nuestraenfermeria.es
Muchas gracias Fernando….como en otras veces siempre lo mismo: JUNTOS SUMAMOS MÁS
Desde luego, Gracias Gabi, seguimos avanzando por la humanización!
LAncet says:
thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(15)60182-9.pdf …
Derecho humano desde que se crearon i ahora se habla de humanizar… Bueno. Lo tomaremos como una aspirina de positividad.